Ella era una chica sola, muy sola, sin amigos, ni amigas. Él era muy popular, fachero y con minas por doquier. Ella andaba de aca para alla, siempre sola. En el colegio, ella se sentaba sola, y nunca nadie la veía hablando con nadie. Él iba de fiesta en fiesta, siempre en sociedad y siempre llevaba plata ensima. Ella siempre vestia ropa sin marca y de colores mas bien apagados y pasaba desapercibida entre la multitud. Él lucia siempre perfecto, bien peinado y con fragancias que conquistaban a caulquiera. Ella solía siempre sentarce a la orilla del laguito de la plaza que quedaba a una cuadra de su casa y se quedaba horas y horas sentada pensando sola. Él estaba acostumbrabo a recorrer las calles por las tardes ya que era el único momento del día en que estaba solo. Iban al mismo colegio pero las únicas veces que se cruzaban era cuando ella volvía de la plaza y él salía a dar su paseo , pero nunca se hablaban, solo se miraban de reojo y seguían de largo. Era como si algo los hiciera incomunicarse mutuamente. Tal vez verguenza, tal vez rechazo o tal vez el "que pensaran los demas". Pero un día les tocó hacer un trabajo juntos y por primera vez se hablaron. Ella tenia una voz suave tierna y tranquila, él una grave e imponente. Ella era muy tímida , y mucho no hablaba. El era extrovertido, pero con ella la cosa era diferente. Pero bueno les tocaba decidir donde se reunirían a estudiar, y decidieron que en la plaza, ahi junto al lago. Al principio sólo leían para sí mismos, sin emitir sonido alguno y solo se miraban de reojo cada tanto pero nadie hablaba. A ella sin querer se le cayó un libro al suelo. Él se agachó a levantarlo, y se le escapó una ruidosa flatulencia olorosa. Pero se discimuló con un señor que iba preguntandole a todas las personas lo mismo, hasta que llego a ellos y con una voz chirlona les dijo:
che negra no tene un pesito pal bondi?
En ese momento ella por primera vez sonrió,y lució por primera vez la separacion de dos paletas que crecían lentamente en su boca. Él se fue corriendo y como estaba muy apurado se fue tirando pedos por el camino, en eso tropieza y el gil se da la geta contra una piedra y oh casualidad queda igual que la chica. Lindo por fuera, horrible por dentro. Tienen al hombre elefante!Que mas tarde se los come a los dos,y murieron como el orto por siempre, amén. Escrito por Eze Alarcón y por mi a las 3:30 a.m. aprox.